En el sur de la provincia de Mendoza, en Malargüe, unas impresionantes lagunas se convierten en el imán para los apasionados del 4x4. Este rincón geográfico desafía a vehículos y conductores en todo momento, ofreciendo la recompensa de superar los obstáculos del terreno. Al caer la tarde, el campamento se convierte en un refugio donde se comparten cenas y anécdotas del día vivido.
Al amanecer, el retorno se inicia vadeando el río barrancas permitiendo deleitarse con las bellezas del norte neuquino antes de regresar al territorio mendocino y llegar a la ciudad de Malargüe. Descansar en esta localidad marca el final de la travesía, cerrando un capítulo lleno de desafíos, paisajes imponentes y momentos compartidos al volante del 4x4.